Capítulo 61

Guadalupe se tiró sobre un espacio de tierra que había en el depósito abrazada a su oso, y olvidó por un rato a sus compañeros de explotación y al pequeño aborigen que lo traía en manos. La idea de recuperar su vida y su familia se le volvió a la mente casi tan fresca como aquella imagen desolada en la estación de Vivoratá.

Sin embargo, un sacudón de sus compañeros la hizo volver en sí.

Nahuel: -La sacude- ¡Piba, podés reaccionar? Escuché unos pasos que vienen del lado norte, puede que nos estén buscando y si no, ¡puede que nos encuentren igual!

Guapi: ¡Uy, no! Nos matan si nos ven acá, bueno vamos yendo, pero… ¿y él? –Señala al pequeño-

Nahuel: No sabe ni hablar, va a volver con su familia, con nosotros no puede venir.

Guapi: -Dubita-

Xxx: Dale nena, este niño si viene con nosotros cae esclavo también, lo mejor es dejarlo acá solo…

Guapi: Lo interrumpe- ¡No! Si lo dejamos, lo van a encontrar igual. Además sabe algo de mi familia, tenemos que hablar.
Nahuel: H-A-B-L-A-R, muy bien lo dijiste, sólo que curiosamente este chico no habla.

Guapi: ¡Sí habla! Lo que pasa que no habla nuestro idioma. Capaz si consiguiéramos un intérprete…

Xxx: Lo que vamos a conseguir todos es una buena paliza si no volvemos ya.

Guapi: Um, bueno, pero el oso me lo quedo.

Nahuel: Hacé como quieras, el problema te lo ganás vos.

Xxx: Dejala, ya sabemos que es un imán de problemas ella. –Los tres escuchan unos pasos-  No, listo, me fui. –Agarra de la mano a Nahuel, quién también tironea a Guada y salen, pero el pequeño indígena la toma de la pierna y Guapi se safa de sus compañeros-.Guada: ¡Ey! –Se cae- ¿Qué pasa? –El pequeño hace un gesto que demuestra incomprensión- ¿Qué? ¿Querés venir con nosotros? –Sigue sin entenderla, entonces comienza a gesticular con los dedos un lenguaje similar al morse- Digo, si que…rés a…compa…ñarme… a mí y a los chicos….

Amir:-Asiente con la cabeza.-

Guapi: Bueno, vení. Lo toma de la mano y salen juntos siguiendo a los otros chicos.

 

 

Naim estaba cansado. Había tenido una larga semana. Luego de repasar cada pasaje del departamento de Colón, pasó a estudiar al departamento de Punilla y al de Cruz del Eje. Esa noche no había podido dormir, un vacío sofocante le había impedido conciliar el sueño durante todo el transcurso de la noche. No quería apelar al alcohol, pero a veces sólo un gin tonic podía apalear el dolor que su alma sentía cada día que se iba a dormir sin su amor y sin su nenita. Esa mañana el teléfono sonó fuerte, pero preso del efecto de unos cuántos tragos, no pudo escucharlo. Casi al mediodía despertó, y vió las llamadas perdidas en el registro de su celular. Eran de Alejandro.

            Al despertar lo llamó. Nunca es tarde cuando la dicha es buena, pero en ese momento ninguno de los protagonistas era dichoso.

 

Naim: Ale, Hola, sí… disculpame la verdad estaba dormido…

Ale: ¿Tuviste alguna novedad de tu chica o de la peque?

Naim: Nada, pero estuve haciendo un par de planos de Córdoba, un plan de búsqueda, sería.

Ale: Bueno capaz esto pueda ayudarte, te llamé hoy a la mañana porque no podía aguantarme más. Sé que estás un poco lejos y capaz querías salir temprano. Ayer estuve hablando con un compañero mío de la facultad. Estaba algo Ebrio, y contó algo acerca de una noche que se fue de putas con unos amigos a un cabaret cordobés. No pude sacarle mucho, pero me dijo que “era una gloria” porque tenían “a todas pendejas”, e imaginé que Emilia podía estar allí.

Naim: ¿Dónde queda? –Alza la voz- ¡¡¡YA!!! ¡Decime dónde está ese lugar!

Ale: Pará, no sé, quizás no me quiso decir pero según él lo llevó un amigo de un amigo que ahora vive en Francia, imposible de ubicar. Pero dice que recuerda que pasaron por una YPF a la salida de la rut, y que recorrieron como media hora, cuarenta minutos para conseguir una central de GNC pero no había, por lo que ahí aprovecharon a cargar Nafta…

Naim: -Lo interrumpe- Sí, ya sé dónde puede llegar a ser. Hay dos lugares que durante kilómetros no tienen para cargar gasoil, uno es cerca de la cascada de Olaén, saliendo del departamento de punilla, y otro es cerca de Salsipuedes, llegando por el Camino del Cuadrado atravesando Sierra de los Padres y retomando por Río Ceballos hasta Salsipuedes. Ahí, casualmente, la gasolinera que hay es una YPF…

Ale: Em, no sé, puede ser. ¿Cómo sabés eso? ¿Estás por la zona?

Naim: No, estaba. Ayer. Pasé por ahí para venirme a investigar unos antros en Río Cuarto. Hoy estoy lejos, bastante. De todas formas no pasé por esa estación de servicio, tomé otro camino pero llevo estudiando las rutas cordobesas una semana, sé dónde está casa casa de comida, cada mercado, cada estación, todo.

Ale: Bueno, bien, bárbaro. Creo que ya tenés una pista, ¿Pero qué pensas hacer?

Naim: Ir hasta la YPF: Allí deben saber si hay algún puterío cerca, me van  poder guiar, como tu amigo, muchos deben salir de caravana y después van a cargar nafta.

Ale: Amigo de un amigo, te dije que era.
Naim: Es lo mismo, dos hijos de puta, a falta de uno. Te llamo después, voy a empacar para irme lo antes posible para allá. No bajé casi nada del auto, sólo una heladerita y un par de calzones.

Ale: Hablamos. Manteneme al tanto.

Naim: Abrazo hermano, nos vemos.

 

Emilia no sospechaba nada. Su inocencia le ganó una vez más a su picardía. Ella había escuchado una y mil veces a Osky hablar con la policía, sabía que estaban arreglados, pero no imaginó que tanto. No pensó que justo ese oficial, y justo la agarrarían a ella. Fabio le acarició la cabeza con mucho esmero, por lo que no imaginó que sería quién la entregue de los pelos nuevamente a su anterior esclavista. Tenía hambre, frío y sueño, creía que iba a un hospital a conseguir socorro, pero éste nunca llegó.

La verdad se posó ante sus ojos cuando reconoció el falco modelo 76 que se estacionó frente al patrullero a pocos kilómetros de la estación. Era el mismo al que la subieron cuando la bajaron de la camioneta blanca hacía ya unos meses, amordazada y con los ojos mal tapados. El terror, la ira y la desolación la invadieron de repente.

Inicialmente se paralizó, pero luego comenzó a dar zancadas dentro del auto; fue cuando notó que las puertas estaban trabadas. En un rápido movimiento el comisario estacionó el vehículo, desempuñó su revólver y, tomándola de un mechón, le apuntó directamente a la sien.

Fabio: Quedate piola piba, porque te vuelo los sesos.

Emi: -Forcejea- ¡Suélteme, corrupto! ¡¡¡Ayuuudaaa!!!  -Un disparo seco se oye desde el automóvil d enfrente. Seguido de éste la ventana del lado izquierdo de Emi estalló en mil pedazos.

 

            Lo que la joven vivió a partir de ese momento se asimiló bastante a lo que las almas viven una vez que ingresan al infierno.  Sin contar los cortes que sufrió por el estallido del vidrio, la pesadilla acababa de comenzar. La golpearon duramente en todas sus extremidades para evitar que pudiera zafarse o pararse en caso de desearlo y, lejos de drogarla como la primera vez, intentaron dormirla a golpes. Un poco por cansancio y otro poco por evitar seguir siendo lastimada, Emilia cedió.

            En el bulo del terror, la situación no fue mejor.

Osky: …Y quiero que la dejen sin aire. La piba no me sirve muerta, pero así tampoco. Esto no es por ella, chicuela engreída que piensa que se puede ir así nomás, es una enseñanza para las demás. No te olvides que las minas son efecto dominó, una hace una cosa y atrás van cinco que la imitan. Tiene que servir de lección. ¡Ah! Pateenle el útero, pero no la cara. Ya tuvo suficientes cortes. No pudimos hacerla abortar por las buenas, y lo aceptamos. Después de todo un mocoso, si nos sale atractivo como la madre, nos puede dar mucho dinero con los alemanes. Ahora, después de esto no puede seguir teniendo trato preferencial. Destrócenle todo lo que parezca un signo vital. Y de ahora en adelante, mismo trato que a las demás. Mismos labores que a las demás, y que se agarre cualquier peste. Embarazada no me servía con una ETS. Ahora va a aprender lo que le pasa a las chirucas que me enfrentan.

 

Y a golpes fue que comprendió. Comprendió que no era casual esa dieta a base de condimentos. Comprendió que el único hilo de luz que podía haberle dado fuerzas para seguir viva, acababa de cortarse. Estaba segura que un amor como el de ellos era más fuerte que cualquier obstáculo, pero que le habían sacado, una vez más, aquello que más amaba en la vida, sin que hubiese tenido la posibilidad de amarlo en forma conciente mientras lo tuvo. Uno se da cuenta de lo que tiene cuando lo pierde, dice el dicho, pero este no era un caso cualquiera. No lo era, porque en el fondo, ella sabía que él estaba ahí, era quien le daba fuerzas para seguir, para buscar a su papá y a su hermanita. Era su hijo, y lo iba a ser siempre. Ya no tenía ni la fortaleza ni el valor para movilizarse, así que se dejó caer ahí. En ese charco ya casi bordó que fue la protección de su útero. Mientras tanto, no muy lejos de allí, Nani entraba en la estación de servicio que la noche anterior le había dado una efímera pero prometedora libertad a su amada.

 

Naim: Buenas…

Vendedora: Qué tal, ¿En qué puedo servirle?

Naim: Emmm… en realidad… un café. Sí.

Vendedora: -Lo ve observando todo- ¿Busca a alguien?

Naim: Eh, no. Bueno, sí.

Vendedora: ¿No, o sí?

Naim: Sí, eh, la verdad, busco a mi novia.

Vendedora: No se preocupe, ya debe estar por llegar, a veces cuesta manejar por estas rutas.

Naim: No, es que no entiende. La busco hace semanas

Vendedora: Ah. Cosas que pasan. Las mujeres somos así.

Naim: ¡Ja! –Irónico- Me parece que vos no me comprendiste. Ella no se fue. Desapareció. La secuestraron.

Vendedora: Ah, lo lamento mucho señor.  ¿Con azúcar o edulcorante? – Sin mirarlo-.

Naim: Amargo. ¿Sabe de algún…. Centro de noche por acá cerca?

Vendedora: -Aún sin mirarlo fijamente – No. Es una provincia muy machista, y yo lesbiana no soy. Acá tiene.

Naim: Me refiero, no me interesa ir a un lugar como esos, pero creo que la pueden tener ahí.

Vendedora:- Mientras hacía el ticket- ¿A quién?

Naim: A mi mujer.

Vendedora: -Por fin lo mira- ¿Sabe una cosa? Hoy en el pase, mi compañera me contó acerca de una chica que vino de madrugada. Contó que la piba decía que se venía escapando de un prostíbulo.

Naim: -Arquea las cejas, esperanzado- ¿Cómo? ¿De dónde era la muchacha? ¿Era joven? ¿Cómo la contacto?

Vendedora: Ey, ey… tranquilo que tanto no sé. Yo a la chica no la vi. Si quiere puede volver hoy a las 20 hs que hacemos el cambio turno y entra ella a trabajar y preguntarle.

Naim: -Se agarra la cabeza- Puede llegar a ser muy tarde.

Vendedora: Sino, vaya a la comisaría, seguro ahí le van a poder informar algo. Tengo entendido que a ella se la llevaron para hacerle estudios, y supongo que ya estará en su casa con los suyos. No quiero desilusionarlo, pero si fuera su mujer usted ya se habría enterado.

Naim: No importa, quizás ella pueda darme información acerca del paradero de Emilia. ¿Se acuerda cómo se llamaba la chica?

Vendedora: No me dijeron.

 

Naim: Bueno, no importa, ¡gracias! Seguramente vea a su compañera hoy a la noche, aunque espero que ya no vaya a ser necesario.

______________________________________________________________________________________

 

Además de ser completamente conciente de que me odian, también soy completamente lúcida como para darme cuenta que puede que no todos comprendan el por qué de muchas cosas que ocurren en la novela. Ahora no puedo darles todas las explicaciones, pero sí voy a hacer un adjunto de aclaración.

 

Durante mucho tiempo distintas corrientes feministas promovieron el aborto por medio de métodos naturales, ya sea tomando grandes cantidades de té de naranja, o comiendo perejil puro durante las primeras semanas de gestación. Se decía también que la zanahoria inducía la menstruación, por lo que aquellas mujeres que creían estar embarazadas solían comer mucha verdura con carotenos.

Hoy está comprobado que todas esas habladurías son falsas, pero en el interior, sobre todo en los pueblos, se sigue creyendo en estos remedios naturales.

Además, cabe recordar que cuando Emilia tomó la pastilla, ésta estaba vencida (para los que no recuerdan está unos caps más atrás, antes del secuestro).

 

Ahora sí, no tengo mucho más para agregar. Iba a poner adelantos pero preferí hacer estas aclaraciones.

 

No sé si me odian más por el cap de hoy o por los adelantos, pero bueno yo igual los quiero. Salutes.

 

Mi jimdo personal: Detrás de la Frontera
 

Siganme en tw: @Novela_Naimilia

 

Mi ask: DetrásDeLaFrontera <---¡click!

 

[Volver al Índice de Capítulos]

 

¡Gracias por el aguante!

 

 

Para compartir el capítulo en las redes sociales

Escribir comentario

Comentarios: 5
  • #1

    marisol (jueves, 20 febrero 2014 14:54)

    amo la nove es genial es lo mass

  • #2

    Raqui (jueves, 20 febrero 2014 17:12)

    Bueno te digo que este capitulo en particular me golpeó fuerte!! Muy duro, muy dolido pero bueno. (Vos ya entendiste) Igual tengo la esperanza que Nani las va a encontrar pero que no sea en el final de la novela. Algunos capitulos de felicidad por favor! Te sigo querendo eh.

  • #3

    anto (jueves, 20 febrero 2014 18:00)

    hoy te odie menos que en el cap anterior porque intente olvidar que sos vos la que lo escribió y me metí u poquito mas en la historia.
    Me dio muchisima tristeza lo de Emi :_
    AMO esta novela y estoy tan contenta de que la hayas seguido <3
    quiero que nani la encuentre pleaaase, que no falte tanto :c
    te amo puta

  • #4

    Dani (sábado, 22 febrero 2014 14:50)

    Perdóname por la demora, pero acabo de leer el cap, así que aquí va mi firmita :D
    Agradezco la aclaración del final, aunque ya lo estaba suponiendo. Lo que me sorprende, o tal vez si lo explicaste pero no he releído aun, es que los secuestradores que la tienen sabían que estaba embarazada... y ella no... cómo se dieron cuenta? Y no es que te odie directamente, pero tu mente malvada asesina diabólica me preocupa... (?)


    Y bueno, me sigo enganchando cada vez mas... *---*

  • #5

    flo carambula (domingo, 23 febrero 2014 02:02)

    Me puse a leer hoy la novela y me encantoo, ojala que nico encuentre a emi yaa,me desespera! quiero maas!